Para comenzar el día fuimos a comer al Asador Donosti ("el bar de mi padrino Bruno y mi tía Marcela"). Mi madrina me regaló un bikini y un libro titulado "cuentos mágicos", y mi padrino un billete de esos de color naranja, que he decidido guardar en mi hucha para comprarme de mayor una caravana. Recomiendo este bar a todos los que quieran comer "tipical" comida casera y en abundancia. Hoy estaba a tope de gente, precisamente porque los domingos mi abuela Rosa pone unas tapas de callos que te chupas hasta los dedos de los pies.

Después de comer y camino de Vigo, hicimos una parada en el paraje natural de Barosa (al poco de pasar Caldas en dirección a Pontevedra), un lugar con una catarata enorme y en donde se puede hacer una ruta de senderismo de más de dos horas. En verano tenemos que volver con más tiempo y pasar el día entero por aquí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario